¡Buenísimos días!
La semana pasada se celebró la 14 edición de Andalucía de Moda, donde vimos el trabajo de los diseñadores más destacados de nuestra región. Asimismo se vieron a las nuevas promesas del mundo de la moda que vienen pisando muy fuerte. Aunque por motivos estudiantiles no he podido disfrutar de esta edición como me gustaría, ya que he vuelto a la universidad y compagino estos estudios con otras mil cosas, tenía citas a las que no podía faltar como el desfile de Alejandro Postigo con su colección 1976.
El nombre de su nuevo trabajo ya nos adelantaba en días anteriores la línea y el estilo que mi querido Alejandro podría seguir en su desfile. La diferencia con otros trabajos previsibles es que Postigo hace de lo más sencillo, o mejor dicho, evidente o esperado, algo increíble y maravilloso. Puede que mi admiración por su costura a veces me ciegue un poco, pero lo cierto es que con 1976 ha conseguido que me gusten cortes, estilos y combinaciones que incluso he llegado a detestar.
La música setentera comenzó a sonar y un maravilloso conjunto de chaqueta y pantalón. En él se combinaba el glitter con un precioso pañuelo rosa, que marcaban cuales serían los puntos dominantes en esta colección. A partir de aquí pudimos ver diseños de lo más variados en forma, pero con un denominador común, la combinación del rosa y el rojo. Puedo prometer y prometo que desde que tengo uso de razón he considerado que eran dos tonalidades opuestas. Tan opuestas que hasta un artículo le dediqué a ello y que este desfile ha desmontado por completo.
De este modo, el rosa y el rojo empezó a ocupar la pasarela en todas las formas posibles, con lentejuelas, gasas, sedas, volantes y flecos. Pero sin duda alguna mis diseños preferidos fueron piezas con estampado floral que me llevaron a las típicas camisas floreadas de pequeña, y que por cierto, a mí me fascinaban.
El desfile terminó como empezó, con un diseño digno de admirar. Un vestidazo rojo pasión vaporoso y con una cola de infarto paseaba por la pasarela, combinado con un precioso tocado y complementos en dorado que también pudimos ver a lo largo del desfile.
Sé que una imagen vale más que mil palabras y por eso siento deciros que aunque intenté sacar fotos decentes, preferí disfrutar del desfile y de todos sus detalles. Por esto casi ni tengo fotos, aunque os pongo una selección para que disfrutéis al menos un poco de lo que lo hice yo.
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